A raíz de las denuncias de Valeria Regueiro, Secretaria General de APOC, quien en los últimos días se presentó en la comisaría Primera de la ciudad de Ushuaia, ante las múltiples irregularidades dentro del Tribunal de Cuentas, entre la sustracción de su computadora y las amenazas telefónicas que había recibido, ahora, Mónica Arnold, ex empleada del TOC, denunció en declaraciones radiales que fue hostigada, acosada laboralmente, perseguida e intimidada por Miguel Longhitano. Asimismo, la mujer se solidarizó con Regueiro, e instó a otras mujeres que trabajan en la misma institución que se animen a hablar y se acompañen entre ellas.
“El Dr Longhitano abusó de poder desde el minuto cero sobre todo con las mujeres y cuando me entere lo que estaba pasando con Valeria -Regueiro-, que también pasó con Elisa -Dietrich-, que todo comienza con los reclamos gremiales”, pero siguen.
“Longhitano no va a perdonar que una mujer le diga lo que tiene que hacer, o delimitar su accionar, él se comporta así con las mujeres, a las que reclamamos algo no llama feminazi. Este señor, a mi me ha perseguido en la calle, hay compañeros de trabajo que vieron eso, y miran para otro lado porque piensan que nunca les va a tocar, y les toca, ellos creen que no, yo no los juzgo porque cada uno sabe como cuidar su bolsillo, su carrera y su puesto de trabajo, o su carrera profesional, pero en cuanto uno dice que no a algo, se les cruza y Longhitano hace lo que quiere”.
Arnold sostuvo que dentro del Tribunal de Cuentas se hacen trabajos sucios, y consultada para que explique a que se refiere, dijo: “Ir a revisar computadoras, ir a poner expedientes que no corresponde, sacar expedientes fuera de horario, espiar compañeros, perseguir, ¿Qué es lo que pasa? Hay muchas personas que al tener un contacto con el jefe eso les da cierto estatus o que el jefe los invite a jugar un partido de futbol, piensan que nunca les va a pasar. En el caso de Loghitano esta todo premeditado, y en el caso de Pani, pasa lo mismo”.
“Yo era secretaria de Ricciutti, pero nunca lo vi hacer estas cosas, pero quien hubiera pensado que lo iban a sacar como lo sacaron, lo obligaron renunciar. Lobghitano me decía que yo era la minita de Ricciutti”, entre otras adjetivos que uso contra la mujer y que socavaron en su autoestima.
La situación llegó a tal gravedad que renunció y “fui a una psiquiatra, que cuando me dijo no te puedo atender más, porque me vino a ver una persona y no puedo seguir con atendiéndote”.
Otro ejemplo que brindó, fue acerca de su abogado, “Demetrio Martinelli era mi abogado, pero él me dijo que no podía seguir porque a su esposa la estaban por nombrar en algún cargo y lo comprometía”.
“Hoy el Tribunal de Cuentas es una vergüenza, el personal mira para otro lado, porque todos le deben algo”.
Es la primera vez que Mónica habla sobre las situaciones que padeció, y explicó “esto no se puede contar, porque la gente te mira raro y te dicen lo hubieras denunciado, muchos de los que intervinieron en ese expediente, fueron abogados que luego fueron sacados también. Piensan que van a tener algún tipo de protección”, aseguró.
Fuente: Radio Provincia
