El buque chino Tai An estaba pescando en una zona prohibida para la pesca de merluza negra haciendo caso omiso al régimen de cuantificación que existe desde hace 15 años. Según el senador “el buque estaba pescando sin ningún tipo de autorización, una especie prohibida y en aguas vedadas para tal fin. Es un acto ilícito por donde se lo mire y, además, depredador”.
El barco tenía ya 163 toneladas de merluza negra cuando la Prefectura le ordenó que regrese inmediatamente a puerto. Según relata la prensa, justo en ese momento llegó un llamado de un alto funcionario de cancillería para interceder a favor del pesquero lo que ocasionó la renuncia indeclinable de Julián Suárez, Director de Control y Fiscalización Pesquera.
Vale la pena recordar que la nave porta bandera argentina y está radicada en Tierra del Fuego a nombre de la empresa Prodesur. Su dueño es de origen chino, su nombre es Liu Zhijiang, y vive en Tierra del Fuego.
Para Blanco “este suceso no es casualidad y lo que llama la atención es que los paladines de la anticorrupción hayan supuestamente levantado el teléfono para interceder a favor de los depredadores. Están en juego no sólo la supervivencia de nuestros recursos pesqueros sino varios millones de dólares que reporta la venta de merluza negra obtenida de manera legal”.
Para que esto se aclare presentaré en breve un proyecto en el Senado para que las autoridades tanto de pesca como de Cancillería presten las debidas explicaciones del caso.
