En marzo de 2023 el INDEC junto a la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación, creó el Índice Crianza, una herramienta que ya está siendo utilizada por juzgados de familia en distintas jurisdicciones del país para la determinación de la cuota alimentaria en procesos judiciales.
Esta herramienta permite contribuir a la organización y planificación familiar y a la gestión de los cuidados, proporcionando un valor de referencia para saber cuánto destinan las familias a alimentar, vestir, garantizar vivienda, trasladar y cuidar niños, niñas y adolescentes.
La jueza Belén Loguercio, a cargo del Juzgado de Familia Nª 2 de Lomas de Zamora, se convirtió en la primera magistrada en dictar una resolución que aplica en un juicio de alimentos el Índice Crianza para la determinación de la cuota de alimentos.
Entre los fundamentos de su aplicación precisó que si bien los procesos de alimentos se caracterizan por la celeridad, suele pasar un tiempo hasta el dictado de la sentencia definitiva y ello pone en una clara desproporción a la parte más vulnerable. Por ello, aplicó el 50% del Índice Crianza en la determinación de alimentos provisorios.
Esta sentencia, fue seguida por otros Juzgados de Familia del país, que en forma similar aplicaron el Índice Crianza como criterio de determinación de la cuota alimentaria.
Por ejemplo, el Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia IV Circunscripción de Villa la Angostura, fijó la cuota alimentaria en favor de quien ejerce la guarda de un menor, en el equivalente al 50% de la Canasta de Crianza, atendiendo para su determinación a la edad del menor y el contexto familiar. Además, precisó que el monto se actualizará en base a los aumentos de dicha Canasta informados periódicamente por el INDEC.
También destacamos otra de las sentencias que aplica el Índice Crianza, como es el caso en la provincia de San Luis. La jueza a cargo del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia Nª 3 de la Primera Circunscripción, en el caso “R.J.L.F C/ P.R.A S/ Alimentos” de agosto de 2023, remarcó que “los padres a fin de proveer a la asistencia del hijo menor, deben realizar todos los esfuerzos que resulten necesarios, realizando trabajos productivos, sin que puedan excusarse de cumplir con su obligación alimentaria invocando falta de trabajo o ingresos suficientes, cuando ello no se debe a imposibilidades o dificultades insalvables…” Marco en el cual aplicó la canasta de crianza en base al último informe según lo establecido por el INDEC, acorde a la edad del menor y considerando que las tareas de cuidado personal del menor tienen un valor económico.
En Santa Fe, el Tribunal Colegiado de Familia 7a Nom. de Rosario, también aplicó el Índice Crianza en la determinación de la cuota alimentaria. En el caso “F., P.L C/ B., C.A S/ Alimentos” la Magistrada aplicó el Índice como herramienta complementaria a la cual acudir, siendo datos objetivos estatales en relación a los gastos básicos de crianza. Especialmente en aquellos casos como el que analiza, donde no surgen de las pruebas producidas datos precisos que analicen las necesidades a cubrir y la capacidad económica del alimentante para determinar cuál es el monto que el progenitor debía pagar.
A los fallos ya reseñados, se les suman otros de jurisdicciones de todo el país como Avellaneda, Daireaux, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Necochea, Corrientes, Entre Río, Córdoba, y San Juan, que en igual sentido aplican el Índice Crianza reconociéndolo como una herramienta útil que permite aplicarse a la hora de determinar la cuota alimentaria que las/los progenitores debían pagar respecto de sus niños, niñas o adolescentes.
En Catamarca, la legisladora oficialista, María de los Ángeles Argerich presentó en la Cámara de Diputados un proyecto para la implementación real de este monto referencial a la hora de determinar la cuota alimentaria, y provincias como Chaco y Tucumán se han sumado a esta iniciativa y elaborado sus propios índices.
Datos oficiales, demuestran que el 59% de los hogares monomarentales destina casi todos sus ingresos al pago de deudas o atrasos (CEPAL y DNEIyG, 2023) y que la tasa de pobreza de los hogares monomarentales es del 53% (MMGyD, 2022).
“Desde ELA, celebramos la aplicación de esta herramienta en los procesos de determinación de cuota alimentaria, ya que pagar tarde o no pagar la cuota alimentaria constituye violencia económica, y agrava las situaciones de violencia doméstica que viven las mujeres”.
Fuente: ela.org.ar
