jueves , 30 noviembre 2023
Inicio Género y derechos humanos Martha Romero Robaina, de profesión: Cabañera
Género y derechos humanosSociedad

Martha Romero Robaina, de profesión: Cabañera

(Por Lorena Uribe) Martha se asentó junto a su esposo, en el año 1992, a la Estancia La Retranca, ubicada a 65 kilómetros de Río Grande por la ruta complementaria B. Desde ese entonces, afianzó su vida y su familia en el campo. En principio, lo hizo como cocinera, sin embargo, una cosa llevó a la otra, y se convirtió en Cabañera. Aunque Martha sostiene que hay otras mujeres que cuidan y preparan ovinos y bovinos, me animo a decir que es la única Cabañera en la Patagonia Sur.

La semana pasada, se realizó en Río Grande, la Exposición, Jura y Remate de animales Hereford más Austral del país, y contó con la presencia del Presidente de la Asociación Rural Argentina, Nicolás Pino, como así también, autoridades de la Asociación Rural de Tierra del Fuego.

Martha junto a sus animales en la última Exposición de Hereford.

Entre grandes animales como lo son las vacas y toros Hereford, y mucho varón realizando tareas dentro de las cabañas, se encontraba Martha, junto a sus animales.

Luego, de unos días, tuve la posibilidad de dialogar con ella, quien contó que desde el año 1992, y aunque oriundos de la provincia de Corrientes, se mudó junto a su esposo, a trabajar en la estancia La Retranca.

 

Allí se asentó y comenzó a trabajar, a la par de su esposo, en su caso, como cocinera, y dijo “en el campo nunca hay tiempo de ocio, siempre tengo algo para hacer”, y así, entre la crianza de sus hijos, ahora adultos, empezó a cuidar, rodear, arrear a los animales, que, según Martha es: “elegir animales que podrían ser buenos, los amarramos y en una semana más o menos ya están dóciles y lo metemos dentro de una cabaña solamente para darle la ración de comida, mañana y tarde, que eso es bueno este depende de los kilos, y le tenés que ir dando el alimento balanceado y pasto. Después, vuelvas a entrar a la mañana siguiente y le das de comer, después también tenés que darles vuelta a su potrero, tienes que hacer toda la limpieza, tiene que ver mucho con la sanidad animal, cuidar que no se lastimen, curarlo si tienen algo, inyectarlos si tienen alguna infección, bueno, todo ese tipo de cosas”, explicó la cabañera.

Los días de Martha comienzan a las 6:30 de la mañana y no toma mate, así que a las 7, ya sale al campo, y aunque lo que menos le gusta es el viento, disfruta de su trabajo, bajo el sol, lluvia, o viento. A sus 59 años, repasa sus quehaceres en el campo y su rol de mujer rural, y piensa que en breve deberá jubilarse, y “es todo un tema. Acá siempre estoy ocupada. Mis hijos unos vive en Ushuaia y otro en Río Grande, tengo mi nieta de 15 años, que también disfruta mucho el campo.

La mayor preocupación por estos tiempos, es la sequía del campo, la ausencia de lluvias, lo que les complica las  tareas y el cuidado de los animales. En segundo lugar, queda la presencia de los perros asilvestrados, un problema por esta zona.

Martha fue reconocida en el año 2021 como mejor Cabañera Femenina, en ocasión de una presentación junto a sus animales, en la ciudad de El Calafate y pese a que no lo admite desliza la idea: “sé que hay otras, pero en otros lugares del país, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires tiene bastante, pero acá, en todo lo que era Santa Cruz, Tierra del Fuego soy la primera cabañera”, destaca.

 

Las tareas en el campo nunca terminan, esta mujer que cocina, administra, cuida animales, desde fines de noviembre y hasta mediados de diciembre, también esquila ovejas, porque en el establecimiento en que trabaja, también se crían corderos.

La historia de Martha, es una, sin embargo resume lo que muchas otras mujeres realizan en el campo. Por ahora, y hasta que se jubile, ella disfruta de la tranquilidad de esa zona alejada del ruido y la vorágine de la ciudad. Se hace tiempo para pasear, para festejar con sus hijos y nieta, pero cuando todo termina, vuelve a su casa en el campo, y observa el atardecer, las estrellas, y muy temprano por la mañana, vuelve a mirar a través de su ventana, los bellos amaneceres que nos brinda la extensa espeta fueguina.

 

Artículos Relacionados