“Cafiero me contestó de manera muy concreta y sin evasivas. Me dijo que nunca existió el circuito administrativo que corresponde. Que la empresa de capitales británicos LeoLabs no puede actuar judicialmente sobre una cuestión abstracta. Y que la provincia se excedió y extralimitó en sus atribuciones. Dijo que instalar un radar es un proceso que dura años y que en Tierra del Fuego hubo un trámite exprés absolutamente por fuera de la norma ya que las autorizaciones que tenía LeoLabs no correspondían con las actividades que declaró que iba a hacer. Dijo también que es responsabilidad de la provincia desarmar el radar ya que la provincia fue quien lo autorizó”, explicó el senador fueguino.
“Le conté al Canciller Santiago Cafiero en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto que la filial de LeoLabs Argentina le mandó una carta al gobernador fueguino, Gustavo Melella, diciéndole que van a pedir que les corten el suministro de energía después que desarmen la parte “electrónica” del radar. Y que necesitan esa energía para filmar ese momento. Le comunicaron también al gobernador que van a solicitar el cambio del estatus jurídico de la empresa, o sea cambiar a los aportantes del capital, para lograr seguir funcionando”.
“La soberanía no tiene precio. No podemos tener un radar que no maneje el Estado Nacional en la provincia de Malvinas y a 700 kms de nuestras las islas. Es muy grave que Tierra del Fuego tenga instalado un radar con capitales de una empresa que usurpa una parte de la provincia de Tierra del Fuego”, finalizó el senador de cambiemos.