En 2001, la ira ciudadana fue la reacción más destacada previa a la gran crisis, pero ahora, en 2023, la “apatía electoral” se muestra como un fenómeno emergente. Varios analistas consultados coinciden en que el aumento del voto en blanco y la disminución de la participación electoral en la mayoría de las provincias que ya eligieron gobernador son tendencias que podrían repetirse en las próximas elecciones primarias del domingo.
Esta falta de entusiasmo generalizada se debe en gran medida a los problemas económicos y la insatisfacción con otras demandas ciudadanas que no se han resuelto en la última década.
Los datos del calendario electoral 2023 son reveladores: en 12 de las 17 provincias que ya han votado, el voto en blanco ha aumentado, y en 14 de las 16 provincias que eligieron gobernador, la participación electoral ha disminuido. Estas tendencias podrían influir en los resultados de las próximas elecciones primarias.
Lucas Romero, director de Synopsys Consultores, describe esta actitud del electorado como una “desafección” o “apatía” política. Se ha roto el vínculo de responsabilidad entre el ciudadano y el sistema político, lo que lleva a una falta de interés en acudir a las urnas. El sentimiento predominante entre los entrevistados en las encuestas sobre la situación del país es la tristeza, y esta apatía se manifiesta en el aumento del voto en blanco y la disminución de la participación electoral.
El voto en blanco se ha convertido en una forma de expresar el descontento social con la oferta electoral. En algunas provincias, como Tierra del Fuego, el voto en blanco ha aumentado significativamente en las últimas elecciones.
Las próximas elecciones primarias nacionales están marcadas por la preocupación por la apatía electoral, y los comandos de campaña y la Justicia electoral esperan una participación de alrededor del 70% del padrón, lo que sería menor que en las PASO de 2019.
La baja participación electoral se ha convertido en un desafío para las autoridades electorales, ya que el castigo por no votar es prácticamente inexistente y no se aplica en la práctica. Algunos analistas creen que la baja participación podría beneficiar al oficialismo, aunque otros sugieren que los votantes desencantados podrían ser potencialmente opositores.
En resumen, la apatía electoral parece ser una tendencia preocupante en el panorama político de 2023, con un aumento del voto en blanco y una disminución de la participación electoral en varias provincias. Esta falta de interés ciudadano refleja el descontento con los problemas económicos y otras demandas insatisfechas en el país.
Fuente: infoplatense.com.ar